SORPRESA

SORPRESA

La sorpresa es un modo de vivir,
en el que la vida nos regala
preciosos instantes llenos de fresco sabor.

Es una emoción que focaliza toda nuestra atención a un evento inesperado y desconocido. Concentrando el interés dejamos a un lado cualquier actividad que estuviésemos realizando y nos prepara para actuar.

La sorpresa no es positiva o negativa por sí misma, está ligada a la emoción que se desencadena después, como reacción a la interpretación de la situación.

Si te detienes un segundo a valorar toda la información que tu cerebro desecha, los estímulos que no completan tu mapa mental y que dan continuidad a tu percepción. Verías que la vida es sorprendente en cada instante, un maravilloso fluir de estímulos.

Los pequeños cambios de temperatura a lo largo del día, el tacto de una gota de lluvia, el sonido de una hoja cayendo en el bosque. En realidad creo que no nos permitimos vivir, no dejamos que la vida nos sorprenda. Parece que el juego consiste en registrar la mayor cantidad de eventos posibles para poder ignorarlos después.

Como dijo en su día Rabindranath Tagore;

“La vida es la constante sorpresa de saber que existo.”

MIEDO

MIEDO

El miedo es la emoción que más nos condiciona a vivir de manera plena, es una barrera que nos impide disfrutar del ser ilimitado que somos, y como todo en la vida tiene dos caras.

El miedo es reacción a un estímulo de peligro. Este efecto busca como misión principal la supervivencia. Para la cual, solemos utilizar cuatro estrategias básicas:

-Amenazar o enfrentarse. Si percibes que los riesgos son menores que los beneficios.

-Huir. Si el peligro supera tus capacidades.

-Inmovilizarse. Si la situación no permite siquiera la huida, recurrimos a hacernos el «muerto». Llegando a perder en ocasiones la consciencia.

-Evitar el ataque del otro. Si somos capaces de anticiparnos a lo que puede suceder.

Por lo que en sí, es una emoción positiva que querrás tener frente a un perrete, una serpiente, un león o tu jefe de mal humor.

¿Entonces de donde viene el conflicto? Entendemos que los peligros no siempre son reales, la mayoría de los miedos a los que nos enfrentamos a diario son mentales. Son adquiridos a través de la cultura, del aprendizaje al observar a otros o de nuestra historia personal. La mayoría de las veces no cuestionamos si tenemos capacidad para gestionar de otro modo una situación en concreto, y optamos por la evitación, aunque esto conlleve no disfrutar de algo que deseamos.

Si quieres saber el punto en el que un miedo te perjudica o te beneficia yo utilizo la siguiente pregunta:

¿La situación me inmoviliza?

Todo en la vida, si está vivo, crece; y si no lo hace muere.

Piénsalo un segundo, desarrollarse es la tendencia del universo y aquello que te paraliza actúa matando. Ya sea de forma espiritual, económica, mental… Aplícalo a todo, si te inmoviliza, está acabando con tu proyecto, sea cual sea.

Así haz del miedo un aliado, entendiendo que es un a respuesta natural a ciertos estímulos que te ayuda a sobrevivir, y que además puedes utilizarlo como una alarma que te avisa de sí estás vivo o muerto en vida.

El peligro es real, el sufrimiento es voluntario, pues la vida es aquello que está al otro lado del miedo.

CONFIANZA

CONFIANZA

"No es que crean en ti,
es reflejarles que crees en ti mismo."

Anónimo.

Si buscas frases sobre la confianza aparecen grandes reseñas sobre como confiar en el otro, en la pareja, que es un pilar en cualquier relación o que se puede romper. Tal es así, que la RAE recoge como primera acepción:

«1. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.»

La confianza entonces te invita a poner el poder de tus emociones fuera de tu alcance, que estas dependan de lo que decida hacer otra persona.

El hecho de confiar en el otro, presupone que ha de comportarse de manera previsible tal y como tú esperas que lo haga.

Si esta cumple con tus expectativas, puedes sentirte tranquilo y en calma, y si no lo hace, ella romperá tu confianza y sentirás confusión, rabia o decepción.

Tus emociones ahora dependen del comportamiento de otra persona, ya no están bajo tu control y desde esta posición interpretas tu papel.

La realidad es que en todo momento tú decides, has elegido que la responsabilidad de tus emociones pase a manos del que tienes frente a ti y no en las tuyas. Tú eliges a quien, como debe comportarse y cuál ha de ser el resultado que deseas. Crees que puedes controlar el entorno, personas, lugares o situaciones, cuando en realidad te estás engañado, y pones tu poder en ellos creyendo que son previsibles los acontecimientos.

El otro no es más que un reflejo de tu confianza en ti mismo. Lo que confías en los demás muestra, tan solo, lo que eres capaz de confiar en ti. También la Rae define:

«2. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.«

¿Cuánto crees en ti? Aprende que la confianza es reflexiva, surge de ti hacia ti. Muestra la creencia firme en tu capacidad para enfrentar cualquier situación de la mejor manera, más allá del resultado.

La responsabilidad de que tus pensamientos, sentimientos y actos dependen de ti. Es una tarea que te permite afrontar cualquier situación de la manera más acorde con tus intenciones.

Confiar es un camino hacia el interior, la incertidumbre de descubrir quien eres en realidad, como es el lugar donde te encuentras o qué sucederá ahora.

La Vida es un constante cambio, dentro y fuera de ti.
Quieres gobernarla sin haberla contemplado siquiera.